domingo, 5 de mayo de 2013

Bocartes avinagrados.

 

Me apasionan los boquerones en vinagre. Los degusté exquisitos en un bar de Córdoba llamado "La Mezquita", hace muchos años.

Aquí, en Sevilla, lamento no haberlos encontrado ni siquiera pasables, así que los elaboro desde hace años con resultados desiguales, todo hay que decirlo.

Probé distintas recetas y, al final, la que no me falla es esta.

Limpio de cabezas, tripas y espinas a un kilito de boquerones. Los paso repetidamente, y con delicadeza, por agua fría tantas veces como sea necesario para que salga casi limpia. Es decir, hay que desangrar al boquerón para que quede blanco y se cure.

Los dejo escurrir bien y procedo a poner en un recipiente que pueda cerrarse luego, capa de boquerón, espolvoreo de sal y cubro de vinagre blanco.

Cuando ya están todos en esta piscina de salmuera, a la nevera con ellos hasta comprobar que están curados y blanquitos.

De nuevo a escurrir bien. Reparto los boquerones en pequeñas porciones en recipientes de ración, los cubro con buen aceite de oliva y a pasar un día de vacaciones en Groenlandia.

A partir de ahí, a descongelar las dosis de manjar que se desee y a disfrutarlos. A mi me encanta acompañarlos de aceitunas rellenas de anchoas. Ñam!!

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me boy a prepararlo ahora. - Y tambien me hare una tarta mmm.. Receta tarta